Cerrando círculos

Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos.  Como quieras llamarlo, lo importante es poder cerrarlos,  dejar ir momentos de la vida que se van clausurando
A lo largo de nuestra vida escuchamos en innumerables ocasiones a muchas personas decir que están “cerrando círculos”; y son muchísimas más veces las que somos nosotros mismos quienes enunciamos tales palabras. -Está de más, pero aun así lo diré- lo decimos para hacer referencia a que iniciamos un proceso interno para dejar atrás las vicisitudes del pasado
¿Terminó con su trabajo?,   ¿Se acabó la relación?,    ¿Ya no vive más en esa casa?,  ¿Debe irse de viaje?,   ¿La amistad se acabó?
¿Ya no eres un niño?
Pero estos círculos se dan de manera natural; es decir, no podemos afectar su paso; el problema está en los círculos emotivos e intelectuales que se abren a lo largo de estos procesos vitales
Puede pasarse algún tiempo de su presente   "repasando" los “porqués”,  rebobinando el casette para tratar de entender   por qué sucedió tal o cual hecho.

El desgaste sería infinito porque en la vida,  usted, yo, su amigo, sus hijos,  sus hermanas, todos y todas,  estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas o  con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado.
Ni siquiera preguntándonos por qué.  Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse.
En la vida nadie juega con las cartas marcadas,  y hay que aprender a perder y a ganar.  Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja,  hay que vivir con sólo lo que tenemos en el presente!  El pasado ya pasó.

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