Lo amé tanto

Lo amé, juro que puse de mi parte para que todo estuviese bien.
Lo amé tanto, más allá de lo que mi razón podía entender, lo amé tanto que incluso hubo cosas que por mucho tiempo ignoré.
Lo amé, aguanté muchas situaciones por tenerlo a mi lado.
Estaba claro que alguien no se quería en esa relación, estaba claro que lo amaba a él y sin amarme yo.
Lo amé hasta que un día mi dignidad dijo "No es para tanto"...
Hasta que vino y me dijo:
No mereces derramar tanto llanto,
no mereces estar rogando,
no mereces estar esperando a que decidan quererte.
Mereces entregarte y que se entreguen por igual,
no mereces un amor incompleto, inseguro, inmaduro ni a medias.
Mirate al espejo, observa y ten en cuenta la mujer que eres,
eres esa que por la que se debe de arriesgar todo, eres una mujer que vale jodidamente la pena.
No estés rogandole a un cabrón
que no sabe valorarte.
Nadie te está haciendo ningún favor,
de eso no se trata el amor.
Lo amé tanto hasta que mi dignidad vino y me dió un madrazo.
Decidí dejarlo, decidí dejar de amarlo para empezar a amarme como no me estaba amando.
Lo amé, hasta que mi dignidad dijo " Ya pendeja, no es para tanto"