¿Quién pulsará la íntima cuerda,
de mi corazón desafinado?
¿Quién irá encendiendo los latidos,
en cenizas del tiempo silenciados?
La locura quizás tense las cuerdas,
diapasón del amor en alegría,
primavera de sones y guitarras,
partitura en magia, concebida.
Aún palpitan tus notas en mi pecho,
en mis labios, tu voz yace dormida,
caricia perpetuada, tu recuerdo,
un sueño inconcluso de la vida.
Aguitarradamente,
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