Al final te das cuenta de que lo pequeño siempre es más importante. Las conversaciones a las tres de la mañana, las sonrisas espontáneas, las fotos desastrosas que te hacen reír a carcajadas, los poemas de diez palabras que te sacan una lágrima. Los libros que nadie más conoce y se vuelven tus favoritos, una flor que te pones en el cabello, un café que te tomas solo… Eso es lo que verdaderamente vale la pena; las cosas diminutas que causan emociones gigantescas
Sean hombres o mujeres debemos valorar día a día a las personas que tenemos alrededor. Una buena forma de hacerlo es marcar la diferencia con pequeños detalles, con cuidados y atenciones especiales. Gracias a estos esfuerzos reforzaremos nuestros lazos con los demás, tenemos que convertirnos en coleccionistas de momentos emocionales.
La grandeza de una persona está en pequeños detalles que, en principio, pueden no parecer importantes. Los pequeños detalles moldean a las personas. Los pequeños detalles moldean a las personas en acero inolvidable, las hacen únicas y excepcionales.
0 Comentarios