MIS AMIGOS DE AQUÍ Y ALLÁ...



Palabras van, palabras vienen y se quedan aquí en mi semblante, hoy me he sonrojado porque siento que doy y me entregan su amor, las envidias no existen en mi, me gusta ser soñadora ambulante para ayudar a esos seres que de sus manos se van su pan y agua,
donde quiero ser un saca espinas y así amortiguarles ese gran dolor.

Y pasé de ser a no estorbar a mis fracasos sonados por la vida, me tocaba el corazón cada palabra de cada poesía viva, escribí entre muchas lágrimas y virtudes, imaginé soñar
no me cuesta nada, solo en ese desierto de su soledad.

Dios me compensa, amor por esos vagabundos y uno que otro caminante. Yo deseo jamás dejar de ser lo que quizás seré algún día mis hermanos

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