El amor no nace ni muere



El amor no nace ni muere. Por eso es eterno. No tiene ni principio ni fin. Por eso es infinito. 

Está aquí, pero la mente (el ego) no lo puede atrapar, al igual que uno no puede atrapar el vuelo de un pájaro: puede tomar al pájaro , pero no su vuelo, no la belleza de su libertad.
 El apego es el esfuerzo por atrapar lo inaprensible. El desapego es simplemente el fluir en la expresión de la realidad: aquí y ahora. 

Ligero, sin artificios, sin cargar a tus espaldas el peso de las piedras que vas recogiendo en tu camino. Eres libre. Para volar y planear por el cielo de tu felicidad has de liberarte de todo lo que llevas cargando a tus espaldas.

 Para volar has de arrojar todo temor, viendo que todo lo que eres es aquí y ahora y que este instante -siempre pacífico y directo- es la completa expresión que tienes ante ti de tu naturaleza.

 Así pues, "ama y haz lo que quieras", porque cuando todo lo que haces es hecho con amor, eso siempre es verdadero y puro, natural.


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