P. Gilberto Freire Ortiz.
El Triduo Pascual es la celebración más importante de la Iglesia Católica. En tres días nos presenta la culminación de la vida de Jesús en la tierra: su pasión, su muerte en la cruz y su resurrección. El Triduo Pascual inicia el Jueves Santo. Los tres días forman una perfecta unidad cristológica.
JUEVES SANTO. El evangelio nos dice que estando próxima la fiesta de Pascua, Jesús envió a dos de sus discípulos a Jerusalén para preparar allí la cena pascual. La celebración del Jueves Santo hace presente tres acontecimientos fundamentales en la vida de la Iglesia y de nosotros los cristianos: La institución de la Santísima Eucaristía, el gran don de Dios a la humanidad, la Institución del Sacerdocio que prolonga la presencia de Dios entre nosotros, el Mandamiento del Amor que es la señal característica de los cristianos. La eucaristía del Jueves Santo es la fiesta del amor y de la vida, un día para renovar nuestra fe en la presencia real de Jesús en la eucaristía, la noche para recordar la muerte de Jesús por nosotros.
VIERNES SANTO. Celebramos en la Acción Litúrgica la gloriosa pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo. En la cruz, Jesús y nosotros, vencemos al pecado y a la muerte. Por su pasión y su muerte, Dios Padre lo exaltó como Señor del universo. La celebración de Viernes Santo nos invita a descubrir la gloria y el poder de la cruz de Jesús y a mirar en cada recodo de nuestro camino, calvarios vivientes, personas enfermas y doloridas a las cuales, como buenos Cirineos tenemos que ayudar a llevar la cruz.Las tradicionales procesiones de Viernes Santo como la de Cristo del Consuelo en Guayaquil, y la de Jesús del Gran Poder en Quito, son expresiones populares de los fieles que renovamos nuestra fe en Cristo muerto y resucitado.
SÁBADO SANTO. En este día, la Iglesia nos invita a meditar en otro aspecto del misterio de Jesús: su sepultura y descenso al lugar de los muertos.El Sábado Santo es un día de silencio y oración en el que se respira paz y serenidad y acompañamos a la Virgen María en su soledad.
VIGILIA PASCUAL. La Vigilia Pascual es la celebración más importante del Año Litúrgico. Celebramos a Cristo resucitado que sale triunfante de las tinieblas de la muerte a la luz de la vida. Cristo resucitado es el fundamento de nuestra fe y la garantía de nuestra propia resurrección. La celebración de esta noche tiene cuatro partes: la liturgia de la luz, la liturgia de la palabra, la liturgia bautismal y la liturgia eucarística. La obscuridad de la noche y la claridad del nuevo día expresan el sentido de la resurrección de Jesús, sol radiante que alumbra al mundo. En la Vigilia Pascual se echa a vuelo las campanas y se canta ¡Aleluya.!
Con la alegría de Cristo Resucitado les deseamos, Felices Pascuas de Resurrección..!
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