Recuerdo que te amé con gran vehemencia
y al recordarte ahora, no hay nada que me duela,
porque fue un amor lleno de inocencia,
en esas tardes a la salida de la escuela.
Recuerdo aún tu mirar, lleno de embeleso,
tu infantil ansia; quizás era ansia loca.
Por sentir el primer beso.
Los dos lo anhelábamos, pero no llegó a la boca.
Recuerdo aún la suavidad de tus manos,
recuerdo el puente, el río, la campiña
recuerdo que nos quisimos, como dos hermanos
Con toda ternura, para ti hermosa niña.
Recuerdo que a las cinco, llegábamos al puente
para hablar de tantas cosas, también de los cuadernos
creyendo que la vida nos daría eternamente,
Reg. IEPI.N° 013097
Autor: Pedro Antonio Chamorro
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