TE INVITO, CAMINEMOS BAJO LA LLUVIA

Ya no espero que pase la tormenta, aprendi a caminar bajo la lluvia
a correr entre charcos de nubes, olvidar las formalidades y disfrutar nuestra vieja niñez.

Atravesar las calles de la mano y sentirnos seguros.
A mirar dichosos a los asustados peatones
... y así, totalmente empapados,
dar vueltas y gritar y gritar sin miedo…

Te invito a olvidar los traumas,
a gozar un momento y no pensar.
Llorar y reír a la vez de pena y felicidad.
Te invito a soñar sin miedo a las pesadillas,
a caminar sin limites entre el mar y la tierra,
a volar por el cielo sin alas ni aviones,
a creer en dioses y mendigos,
escuchar sin oír y a hablar sin hablar…
 

Te invito a estar sin estar.
A contemplar el ocaso del mediodía,
a besar la sombra calida del destino
y hurgar en sus intestinos.
Te invito a jugar con niños antiguos
y contar historias procreadas de azar.
Fundirnos en cal y construir nuestras sombras.

Te invito a caminar bajo la lluvia,
olvidarnos de cursilerías y sexualidades
de flores y garabatos,
trabajos y vicios…
Solamente mojarnos y disfrutar
nuestras últimas lagrimas,
nuestros últimos sonidos,
y nuestros últimos sueños.

A eso te invito.