Si todos supiéramos pedir perdón


El arte de saber perdonar solo lo domina una pequeña parte de la población. No es sencillo pedir disculpas, y mucho menos lo es que las acepte la persona ofendida. A veces puede más el ego personal que admitir que hemos hecho algo mal que puede haber afectado a otro. Una vez que hemos asumido nuestra responsabilidad, llega el paso dos, más complicado aun si cabe: pedir perdón.

Publicar un comentario

0 Comentarios