1. Nunca reveles tus sueños.
Todos tienen un sueño o una perspectiva para su futuro, tanto proyectos sentimentales como de trabajo, inversiones o simplemente el deseo de aventurarse en algo nuevo. Estas cosas deben mantenerse cerradas en el corazón de uno y no revelarse a los demás, porque siempre hay alguien que con su negatividad puede arrastrar el sueño hacia un abismo de frustración y, a menudo, esto conduce a la rendición y no a perseguir el ideal de uno.
2. No siempre hables de tus dificultades físicas
Cada uno de nosotros tiene su propio límite físico, los que tienen dolor de espalda, los que no ven bien, los que no pueden correr, los que tienen una enfermedad, los que tienen problemas cardíacos o demás.
El cuerpo es una parte personal e íntima, el templo del alma y debe ser tratado como tal. Hacerlos vulnerables los hace vulnerables, debemos cuidarlos y respetarlos, los dolores físicos y las limitaciones deben mantenerse en secreto, alejados de las personas, deben ser enfrentados y superados, y cuando no es posible, debemos aprender a vivir con ellos sin arrepentimientos y sin miedo. Debemos ser fuertes y amarnos a nosotros mismos como somos. Lo más importante es sentirte bien contigo mismo.
3. No te jactes de actos de caridad
Esta es otra de las cosas que deben mantenerse en secreto, al ayudar a alguien no tienes que andar alardeando al respecto, porque las buenas acciones deben hacerse con el corazón y con el auténtico deseo de ayudar a alguien.
4. Mantén tus ingresos en secreto
Muchas personas creen que alardear sobre sus ingresos o nivel económico o audacia es un acto que muestra sus habilidades y valor, pero no lo es, esto solo es orgullo. El elogio nunca lleva a momentos agradables.
5. No hables mal de los demás
Hablar mal de los demás es a menudo una forma de autocrítica, somos como espejos que reflejan los peores aspectos de nosotros mismos en los demás. Así que, además de ser una pérdida de tiempo, también se convierte en veneno para uno mismo.
6. Mantén tus problemas para ti mismo
Hay una hermosa frase que dice “Nunca le digas a nadie tus problemas, al 20% de las personas no les importa, y el otro 80% se alegra de que las tengas”.
Él dice bastante bien lo que los hombres sabios querían explicar cuando dijeron que mantenían sus problemas en secreto. Primero, cuando dices demasiadas cosas personales, te vuelves vulnerable, algunas personas podrían aprovecharse de ellas, otras podrían verlas como debilidades en las que aprovechar y otras podrían disminuirlas hasta el punto de hacer que te sientas inepto.
7. No hablar de problemas familiares
La familia es sagrada y en todas hay problemas, pero debemos saber cómo mantenerlos dentro de la casa. Los conflictos familiares son personales, todos viven con sus propios antecedentes y cuanto menos hablan fuera de la familia, más sólida se vuelve la relación. Un problema expuesto al público puede ser magnificado, tomar formas inesperadas o quedarse estancado por más tiempo en los pliegues de la mente.
Te deseo un muy Feliz y bendecido día.
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