Ellas también se harán viejas, si tienen suerte…
Sé que algunas veces soy olvidadiza, pero me acuerdo de las cosas importantes.
A través de los años mi corazón ha sufrido…
Por la pérdida de alguien querido, por el dolor de un niño, o por ver morir a mi mascota.
Pero es el sufrimiento lo que nos da fuerza, lo que nos hacer crecer.
Un corazón que no se ha roto, es estéril y nunca sabrá de la felicidad de ser imperfecto.
Me siento orgullosa por haber vivido lo suficiente para que mis cabellos se vuelvan grises y por conservar la sonrisa de mi juventud, antes de que aparezcan los surcos profundos en mi cara.
Cuando se envejece, es más fácil ser positivo.
Te preocupas menos de lo que los demás puedan pensar.
Ahora bien, para responder a la pregunta, con sinceridad puedo decir: ¡Me gusta ser vieja, porque me ha dado mi libertad!
Me gusta la persona en la que me he convertido.
No voy a vivir para siempre, pero mientras esté aquí, no perderé tiempo en lamentarme por lo que pudo ser, o preocuparme de lo que será.
Trataré de…
Amar sencillamente.
Amar generosamente.
Hablar amablemente.
Y el resto, dejárselo a Dios.
Qué bello es contemplar las flores y aspirar su fragancia…
Qué bellas son las mariposas que vuelan de flor en flor…
Queridos amigos, disfruten sus años de vida y no se preocupen por haber perdido su juventud.
Sonrían cada mañana, porque Dios se despierta antes que nosotros para colgar el sol y poder verlo desde nuestras ventanas…
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