Llorar no es mostrar debilidad es señal de haber sido fuerte por mucho tiempo.
Llorar es drenar todo lo que llevas acumulado dentro de ti, sin hacerle daño a nadie.
Caer está permitido pero levantarse es obligatorio. Lo que no explota implota dañándonos por dentro.
Ser debil no es señal de fracaso, es reconocer que estas agotado y debes descansar para continuar en lugar de seguir hasta que realmente ya no puedas más.
Descansa y reorganízate para no tomar decisiones apresuradas, descansar es bueno siempre y cuando tengas la valentía de levantarte al día siguiente y ser fuerte para continuar.
Todos pasamos por momentos como esos, incluso los que motivamos hemos caído, aprendido, continuamos, enseñamos y seguimos cayendo, aprendiendo y compartiendo.
Nadie nace sabio, uno se hace sabio con la experiencia.
Confucio dijo: existe tres caminos que llevan a la sabiduría: La imitación, el más sencillo; la reflexión, el más noble; y la experiencia, el más amargo.
Hoy me permito ser débil pero mañana despertaré con más fuerzas.
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