Los nietos son la maravillosa compensación que Dios nos da en el otoño de la vida.
Una abuela es un poco madre, un poco maestra y un poco mejor amiga. Mientras viva trataré de que Siempre exista una hermosa y gran sonrisa en el rostro de mis nietos.
Tal cual ellos ahora con sus tiernos abrazos y besos roban muchas de mis sonrisas.
Gracias Dios por está bella compensación, que más se puede pedir, más que Vida con salud para seguir tomada de sus manos mientras tengo la bendición de permanecer en este bello mundo, lleno de matices, que mostrarles a mis nietos.
0 Comentarios